¿Cuándo deja de doler? Es una pregunta que me hacen muchas veces y no tengo respuesta.
Si la pregunta es ¿qué hago para que sea más llevadero?, para eso si tengo respuestas.
En este artículo hablamos de:
El Dolor y su Manifestación
El dolor es algo que sucede cuando perdemos a alguien, cuando no nos “escogen”, cuando las expectativas que teníamos sobre alguna relación o alguna situación vital no ocurren como habíamos esperado y sentimos una gran desolación, un dolor que se siente muy físico.
Este sentimiento no es escogido, no es algo que hayas planeado ni que puedas optar a que desaparezca sin más, será más o menos llevadero en función del impacto de lo que ha sucedido tenga en el resto de las áreas de tu vida.
Hay dos grandes emociones que alimentan el DOLOR son la culpa y la vergüenza, son dos grandes “destrozapersonas” muy útiles en algunas ocasiones, pero muy retorcidas y embusteras la mayor parte de las veces.
Umbral del dolor y lenguaje
Hay dos factores importantes que vamos a tener presentes:
El UMBRAL DEL DOLOR: Mayor o menor en función de las situaciones difíciles que hayamos vivido en nuestra vida. También va a depender mucho de factores de personalidad y de que su expresión mediante determinadas conductas de ese dolor sea reforzada o no. Hay personas que viven en la queja permanente y otros que no se quejan nunca aunque les traten fatal o vivan situaciones muy duras. En el término medio está el afrontamiento más adaptativo.
El LENGUAJE: Nuestro pensamiento es una narración más o menos clara, más o menos ordenada, o un montón de frases que juzgan, que devalúan nuestros progresos, que nos sitúan en el pasado o en el futuro de forma caótica sin darnos algo claro y concreto con lo que trabajar.
¿Cómo vamos a hacer el dolor más llevadero?
Ordenando el Tiempo, al crear nuevas rutinas y planificando tareas que ocupen responsabilidades domésticas, laborales, académicas, deportivas y de ocio.
Ordenando nuestro Lenguaje interno o lo que es lo mismo nuestro pensamiento. Escribe lo que te pasa por la cabeza, son frases inconexas muchas veces, muy extremas y cuando las vemos escritas es más fácil desmontarlas y darles su lugar, comprendiéndolas o descartándolas.
BUSCA RECURSOS EXTERNOS como gente que te suma, que te aporta una caña sin más, unas risas, un hablar del tiempo o alguien con quien reírte en el gimnasio haciendo Zumba. ¡Ojo! también puedes escoger AISLARTE, meterte en una BURBUJA para consolarte a ti mismo y quererte, llorar la pérdida y encontrar ese espacio donde curar un poco la herida, recuperar algo de fuerzas y luego salir de allí para RECONSTRUIRTE desde ese punto.
BUSCA RECURSOS INTERNOS, no naciste ayer por lo que seguro que si lo piensas un poco encontrarás aquel bálsamo que necesitas en este momento en la música, en actividades, en rutinas que en algún momento te hicieron sentir bien.
¿Te has escuchado alguna vez? ¿Has hablado contigo? Puede ser estupendo o puede ser bastante desagradable, dependerá de lo que te estás diciendo.
Para sobreponerte al dolor… ESTÁS AHÍ CONTIGO.
